jueves, 5 de noviembre de 2015

mi sesión

Mi sesión: LOS DINOSAURIOS (Cuento motor)

Por fin nos tocó exponer la sesión de los dinosaurios. Fue una gran experiencia, puesto que después de tanto trabajo, mis compañeras y yo creemos que cumplimos con los requisitos necesarios para llevar a cabo una buena sesión.

Además, nos tocó por sorteo el contenido de ATPE (actitud tónico postural equilibradora) para niños de cinco años, con lo cual nos resultó un poco complejo crear actividades para este contenido englobadas en la temática de los dinosaurios, aunque finalmente quedaron bastante bien.

Empezamos colocando todos los materiales antes de que llegaran todos los compañeros, para así cuando llegaran no teníamos que estar gastando tiempo colocando cada cosa en su sitio.

En el momento que llegaron, los alumnos se sentaron en las gradas y Marien (una de mis compañeras) comenzó explicando el ritual de entrada con la canción “Somos Dinosaurios” y el momento de motivación en la asamblea. Cuando todos estaban colocados, les realizó preguntas clave para que una vez finalizada la sesión, se quedaran con lo más relevante. La asamblea estaba ambientada con huesos de dinosaurios, pinceles de paleontólogos y unos libros, los cuales tenían que conservar para apuntar aquello más relevante que le habían parecido.



Una vez explicada la asamblea, continué yo explicando las primeras actividades de la sesión. El cuento empezó en una esquina del pabellón, simulando que estaban en un museo  y la primera actividad consistía en atravesar unos rayos láser (cuerdas) sin que los tuvieran que rozar, de esta manera estábamos trabajando el equilibrio. Mi experiencia ante esta primera actividad me sirvió para darme cuenta que hay que alzar bastante la voz, dar explicaciones claras y concisas, además de estar atenta de todos los alumnos para que saliera todo bien.

La segunda actividad consistía en realizar tres equipos, donde unos eran los paleontólogos de tierra, otros los de mar y otros los de aire. Se colocaron tres filas y en cada fila había piezas de los huesos de los dinosaurios y tenían que formar el puzzle de  forma adecuada en los murales de  sus correspondientes dinosaurios. Tenían que ir saliendo a pata coja, pegar la pieza en el mural y volver a la pata coja. Una vez más trabajaban el equilibrio y la tonicidad del cuerpo.


La tercera actividad, fue la última que expliqué y se basaba en mantener los tres equipos teniendo que explotar los huevos de los dinosaurios (globos) pero solo los huevos de los equipos contrarios, por ejemplo el equipo de paleontólogos de tierra tenían que salvar sus huevos de color rojo y explotar los de los demás equipos, divididos en tres campos de colores diferentes según el color de sus huevos.

Aquí cometí un error, el cual me sirve para aprender, ya que hubo un equipo que fue el que más globos salvó y yo pedí que hicieran un aplauso para ese equipo supuestamente ganador, y hay que llevar mucho cuidado con estas situaciones, ya que los demás pueden infravalorarse y podemos llevarlos al fracaso, es decir debemos evitar la competición a estas edades tan tempranas.

La cuarta actividad fue llevada a cabo por mi compañera Amanda, quien continuó explicando el cuento con sus correspondientes actividades. Esta siguiente actividad simulaba que pasaban por un túnel y tenían que pasar por encima del banco pisando dentro de los aros con una cuchara y un globo de arroz en la boca, como si pasaran por la viga del túnel con la comida del dinosaurio en la boca. La tonicidad del cuerpo se trabajaba mucho, ya que tenían que hacerlo en forma de cuclillas.


La última actividad era la de la salida del museo, y tenían que hacerla descalzos sobre las cuerdas, simulando un camino y debían de ir lentos, para que el supuesto vigilante no los escuchara y si sonaba la alarma tenían que quedarse quietos en forma de dinosaurio para que el vigilante no se diera cuenta.

¡Al final lograron salir todos los paleontólogos! ¡Qué bien!

Después llegó el momento de ritual de salida y relajación en manos de mi compañera Pilar y situados en la asamblea inicial acabó haciéndoles preguntas sobre lo que se había trabajado y pidió que se pusieran los libros del momento inicial en la cabeza con los ojos cerrados, para intentar concentrarse.


Este final tuvo éxito, ya que pudimos comprobar todo lo que habían aprendido y lo mucho que les gustó la sesión a todas las compañeras.


Personalmente, creo que salió bastante bien y quitando pequeños fallos que pudimos tener como el que he nombrado anteriormente de la competición, salió todo genial y quedamos muy satisfechas con nuestro trabajo realizado. 

El abrazo final sirvió para trabajar las emociones con nuestros alumnos y debemos de fomentar esto en nuestras aulas, para crear un buen ambiente de compañerismo.




Un saludo a todos y ánimo en vuestras sesiones.

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